18 octubre, 2021
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Sintomas de la ansiedad y cómo identificarlos

Según la Organización Mundial de la Salud, trastornos como la ansiedad y la depresión afectan a más de 250 millones de personas en el mundo. Muchas personas aún no saben como identificar sus síntomas y no saben que sufren de ansiedad, a continuación te listamos algunos de los síntomas.

Mentales o cognitivos:

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  • Una preocupación persistente con pensamientos rumiativos, repetitivos u obsesivos, con mucha actividad mental.
  • Dificultad para concentrarnos porque no somos capaces de desconectar de esos pensamientos.
  • Anticipaciones de futuro con preguntas del tipo «¿y si…?».
  • Miedo ante situaciones concretas con conductas de evitación o escape.
  • Olvidos frecuentes.

Corporales o fisiológicos:

  • Taquicardias.
  • Presión en el pecho.
  • Dificultad para respirar.
  • Náuseas.
  • Mareos.
  • Hiperventilación.

Conductuales o de la acción:

  • Comer más de la cuenta.
  • Sensación de estómago cerrado con incapacidad para alimentarse.
  • Fumar.
  • Beber.
  • Consumir sustancias.
  • Aislamiento social y/o conflictos con las personas más cercanas.
  • Abandono de actividades placenteras.

Puedes seguir estos consejos para calmar tu ansiedad. Si tus síntomas persisten y sientes que nada te ayuda es momento de que busques ayuda profesional.

  1. Cuidar el descanso, la alimentación y la actividad física (para segregar sustancias como la adrenalina y la serotonina que compitan con el cortisol -la hormona del estrés- que tenemos en sangre), que se corresponde con la primera pauta que establece la OMS (Organización Mundial de la Salud).
  2. Interpretar adecuadamente nuestras preocupaciones, es decir, saber parar la mente cuando sea necesario y contarnos a nosotras mismas los problemas con un sesgo menos amenazante. Hay algo aquí de «educar» a nuestra mente.
  3. Adquirir estrategias para calmar nuestro cuerpo y nuestra mente como meditar, hacer yoga o ejercitar tablas de respiración o relajación muscular.
  4. Encontrar nuestro propio ritmo para el día a día. Si te fijas, todo lo hacemos rápido: trabajar, caminar, comer, conducir, hablar… Una buena idea es ponernos una alarma en el móvil tres veces al día para calibrar cómo nos encontramos, y equilibrarnos y reducir las marchas si es necesario.

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