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Salmos para la ansiedad y la angustia |
A continuación, conoce y aprende estos fragmentos de siete salmos, con versículos para la ansiedad poderosos, que te ayudarán a entregar tu ansiedad a Dios para que Él la sane con la verdad y poder alejarse en paz y con fe.
Dios Todopoderoso te ayuda y te guarda (del Salmo 121)
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- A las montañas levanto mis ojos; ¿de dónde ha de venir mi ayuda?
- Mi ayuda proviene del Señor, creador del cielo y de la tierra.
- El Señor te protegerá; de todo mal protegerá tu vida.
- El Señor te cuidará en el hogar y en el camino, desde ahora y para siempre. (NVI).
El Señor escucha y da descanso (del Salmo 116)
- Amo a Jehová, pues ha oído mi voz y mis súplicas;
- porque ha inclinado a mí su oído; por tanto, le invocaré en todos mis días.
- Jehová guarda a los sencillos; estaba yo postrado y me salvó.
- Vuelve, oh, alma mía, a tu reposo, porque Jehová te ha hecho bien. (RV).
Él ama y perdona sin límites (del Salmo 103)
- Tan inmenso es su amor por los que lo honran como inmenso es el cielo sobre la tierra.
- Nuestros pecados ha alejado de nosotros, como ha alejado del Oriente el Occidente. (DHH).
Dios protege y actúa en el tiempo perfecto (del Salmo 27)
- El Señor es mi luz y mi salvación, ¿de quién podré tener miedo? El Señor defiende mi vida, ¿a quién habré de temer?
- ¡Ten confianza en el Señor! ¡Ten valor, no te desanimes! ¡Sí, ten confianza en el Señor! (DHH).
El Señor responde y revive a los quebrantados (del Salmo 34)
- Recurrí al Señor y él me contestó y me libró de todos mis temores.
- Los que miran al Señor quedan radiantes de alegría y jamás se verán defraudados.
- Prueben y vean que el Señor es bueno. ¡Feliz el hombre que en Él confía!
- Honren al Señor, los consagrados a él, pues nada faltará a los que lo honran. (DHH).
Dios restaura y trae gozo (del Salmo 40)
- Toda mi esperanza la tengo puesta en Dios, pues aceptó atender mis ruegos.
- Mi vida corría peligro, y él me libró de la muerte; me puso sobre una roca, me puso en lugar seguro.
- Me enseñó un nuevo himno para cantarle alabanzas. Muchos, al ver esto, se sintieron conmovidos y confiaron en mi Dios.
- Y tú, Dios mío, no me dejes sin tus cuidados; por tu gran fidelidad, nunca dejes de protegerme. (TLA).
Él nos asegura y nos sostiene en ayunas (del Salmo 62)
- Alma mía, en Dios solamente reposa, porque de él es mi esperanza.
- Él solamente es mi roca y mi salvación; es mi refugio, no resbalaré.
- En Dios está mi salvación y mi gloria; en Dios está mi roca fuerte y mi refugio. (RV).
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