Las celebraciones iniciaron en la catedral de Mónaco y los primeros en llegar fueron los hijos de las princesas Carolina y Estefanía, incluyendo a Pierre Casiraghi y Beatrice Borromeo; Andrea Casiraghi y Tatiana Santo Domingo; Louis Ducruet y Marie Chevallier, y Alejandra Hannover, mientras que Carlota Casiraghi también fue la gran ausente, aunque no es una sorpresa porque ella no participa en esta celebración desde hace cuatro años.
El príncipe Alberto y su esposa, Charlene , asistieron acompañados de sus mellizos Jaques y Gabriela. Para la ocasión, la ex nadadora sudafricana usó un abrigo azul oscuro con un forro en color fucsia, que combinó con una boina parecida a la que usó en este mismo acto, pero en 2014. A manera de respeto por los fallecidos y las víctimas del coronavirus, la princesa eligió tonos oscuros para su look.
En cambio, la princesa Carolina eligió un trabaje de chaqueta en tweed en color negro y con apliques de plumas, que combinó con unos guantes blancos largos, a juego con su mascarilla con la bandera de Mónaco bordada. En cuanto a los accesorios, llevó unos aretes con un colgante de perlas, muy similares a los que llevó su cuñada Charlene, con quien lleva una distante relación desde hace algunos años.