13 noviembre, 2020
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6 hobbies entretenidos y buenos para tu salud mental

Buscar alternativas de hobbies en casa que nos ayuden a cuidar nuestra salud mental es una buena idea. Hoy te presentamos algunas actividades con muchos beneficios.

Manualidades: mil y una opciones a tu alcance

Pintar, hacer collages, maquetas… Hay aficiones que, sin necesidad de ser un artista, te ayudan a serenar el estado de ánimo, poner toda tu energía en algo constructivo, entrenar la creatividad, fortalecer la atención focalizada y mejorar, además, esas habilidades de motricidad fina que quizá estén descuidadas. Tal vez incluso descubres un talento oculto, que te sorprenda incluso a ti mismo. Esto fortalecerá en nosotros la imagen de persona no solo creativa o imaginativa, sino también talentosa, a la vez que ejercitas la flexibilidad cognitiva casi sin darte cuenta.

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¿Has pensado en hacer puzles?

Sí, es un hobbie que requiere paciencia, pero también te ayudará a tolerar mejor la frustración. Los puzles o rompecabezas son de los juguetes más antiguos que existen y son adecuados prácticamente para cualquier edad. Hacerlos puede ayudar a potenciar capacidades cognitivas y emocionales que tienen que ver con lo espacial pero también se trabaja la contención, el saber esperar, aguzar diferentes sentidos a partir de la observación y plantearse una tarea más o menos compleja dividiéndola en secciones asumibles. Y si lo haces en compañía, mejorarás también el trabajo en equipo.

Disfruta con tus plantas

Si tienes la suerte de tener un jardín, sin duda eres afortunada, pero puedes tener un pequeño huerto en la terraza o sencillamente cuidar de tus plantas de interior. Es un acto de responsabilidad, paciencia y bienestar interior.  Y es que  el hecho de ocuparnos de una planta, unas flores o cultivar nuestros propios vegetales nos ayuda a que nuestro mundo interior no se encasquille en las preocupaciones. Los expertos insisten en que esto no va a hacer milagros, pero puede venirnos bien en momentos de tristeza, agitación interior, aburrimiento o desconcierto. Y un extra más: nos puede ser de gran ayuda para aprender a cultivar la paciencia, pues ver los frutos requiere de un proceso lento para aparecer.

¡Todos a la cocina!

Sin duda, hay muchas personas que encuentran muy gratificante cocinar, una actividad que, además, fomenta la crea creatividad y el autocuidado, pues sin duda, cuidaremos más nuestra alimentación. Para muchas personas meterse en la cocina es una auténtica válvula de escape. Además, cuanto más complejo sea el reto culinario, más entrenaremos habilidades de motricidad fina, planificación, toma de decisiones y creatividad. Y la guinda es disfrutar de la placentera sensación de disfrutar comiendo de los platos que hemos preparado, si es en compañía, mejor aún. Tal vez no lo has pensado, pero aunque no lo parezca, cocinar implica varias tomas decisiones hasta llegar al resultado final:  desde optar por un plato concreto, hasta disponer de los ingredientes e ir ejecutando la receta. Todo ello implica pensar, planificar en un orden concreto y eficiente e ir acercándonos paso a paso hasta el objetivo marcado, ejercitando diferentes habilidades de manera simultánea. Y a medida que prosperes, puedes ir complicando el reto.

¿Te animas a coser?

Nuestras madres y abuelas lo hacían a menudo. ¿Por qué no recuperar esta actividad tan creativa que te ayuda además a trabajar la atención y la planificación? Sin duda, la costura resulta de gran utilidad cuando la mente está muy dispersa, a la vez que trabajas la motricidad fina y la precisión mientras te entretienes. Es, además, muy útil y te permite trabajar la planificación, pues un suéter, una bolsa de tela o un panel de punto de cruz no se improvisan, requieren una estrategia que hay que pensar previamente. Los expertos matizan que la costura bien hecha requiere una mente analítica (capaz de ir al detalle) y atenta a lo que se está haciendo. Tal vez no lo habías pensado, pero según cómo se plantee se puede potenciar el cálculo, la visión espacial, la paciencia, la imaginación, la flexibilidad, además de, claro está, la faceta más artística y creativa.

Organizar y ordenar

¿Has pensado en la sensación placentera que supone organizar y ordenar tu casa? Desde ifeel explican que se trata de integrar nuestras pertenencias en un relato coherente en lugar de en una montonera de posesiones o en un almacén sin sentido. Sí, sabemos que ordenar nuestras estanterías, armarios y mesas y limpiar la casa no son las primeras actividades que nos planteamos como diversión, pero una vez que te pones a ello, ves cómo te ayuda a reencontrarte con nuestros objetos, papeles, prendas de vestir y nos permiten diferenciar aquello que nos sirve de todo lo que ya no, potencian una sensación de ligereza y nos facilitan vivir con mayor comodidad. Tal vez no te lo has planteado nunca así, pero  muchas veces cuando nos sentimos intranquilos, agobiados o tristes resulta de cierta ayuda poder estar al menos en un espacio limpio y ordenado que transmita buenas vibraciones, en lugar de estar en un lugar caótico o desagradable.

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