Los mejores productos de belleza para cada edad

La piel no entiende de tendencias pasajeras ni tampoco de conceptos como el “para toda la vida”. Es, en cambio, un órgano cambiante que hay que cuidar de formas diferentes según una gran cantidad de factores entre los que se incluyen el tiempo, la meteorología, el tipo y el color o, el más importante: la edad.

Por eso, cuando elegimos un cosmético o planeamos nuestra rutina de belleza, no podemos obviar cuáles son las necesidades específicas de nuestra piel. Y el primer paso para entenderlas es saber qué precisa con el paso de los años.

A LOS 25-35:

Gel Desmaquillante

Entre la amplia gama de limpiadores, la textura gel es la indicada para las pieles más jóvenes que necesitan un plus de limpieza y reducir la grasa de la piel a la vez que hidratan sin resecar.

 Este limpiador trabaja a fondo y consigue eliminar maquillaje, impurezas y restos de grasa al instante.

Hidratante gel

Lo mismo sucede a la hora de elegir una crema de uso diario: mejor si nutre e hidrata en profundidad sin dejar un acabado oleoso.

su efecto hidratante indicado para pieles jóvenes: calma la piel y reconstruye la epidermis para protegerla.

Contorno de ojos

El cosmético estrella en esta franja de edad es el contorno de ojos: «a los 25 es cuando el metabolismo comienza a ralentizarse y la piel a perder elasticidad»,.

A LOS 35-45:

Contorno de ojos antiedad.

Una vez que has comenzado a utilizarlo, no lo puedes dejar: el contorno es uno de los tratamientos imprescindibles de tu rutina. Esta importancia incrementa con la edad y hará que  se convierta en un paso muy apetecible y refrescante al amanecer y al anochecer.

Vitamina C y ácido hialurónico

El ácido hialurónico -que es el hidratante más potente que existe ya es imprescindible en este rango de edad para minimizar los efectos del envejecimiento. Además, la vitamina C es el mejor antioxidante y fomenta la producción de colágeno.

Protección solar

Aunque la protección solar es fundamental a cualquier edad, ahora más que nunca es cuando debes prestar atención a utilizarla a diario: un fotoprotector es el mejor aliado que existe contra el envejecimiento de la piel.

A LOS 45-55:

Protección solar anti-manchas

El mismo paso es fundamental en pieles algo más maduras. Mejor si, además, cuenta con tratamiento anti manchas.

Sérum hialurónico + Vitamina C

El ácido hialurónico (para hidratar en profundidad) y la Vitamina C (con efecto antioxidante y protector) que utilizábamos antes, pero ahora en una mayor concentración y en versión sérum.

Hidratante con retinol

Aunque se puede utilizar antes y es un buen aliado para luchar contra el acné (aunque sea en pieles más jóvenes), ha llegado la hora de incorporar el retinol a tu rutina. Trabaja disminuyendo líneas de expresión y arrugas y ayuda a revertir los daños causados por el sol. Además, estimula la producción natural de colágeno de la piel.

DE LOS 55 EN ADELANTE:

Hidratante piel madura

Con el paso del tiempo, las necesidades de la piel se multiplican. Por eso es inteligente apostar por un cosmético de calidad que aúne esfuerzos y esté indicado para pieles maduras.

Aceite anti manchas

Las manchas son uno de los factores que más preocupa a las mujeres de este rango de edad. Por eso es vital la aplicación de un cosmético que ayude a reducir su visibilidad.

A mejorar el aspecto de cicatrices, estrías y manchas y es muy efectivo contra la deshidratación y el envejecimiento.

Sérum con retinol

A esta rutina hay que aportar también la dosis necesaria de retinol. Como hemos explicado: un gran aliado contra el envejecimiento.

BÁSICOS PARA TODAS LAS EDADES:

Agua micelar

Para mantener limpia cualquier tipo de piel y utilizarla siempre que se necesite.

Tónico

Aunque a menudo nos saltamos este paso, el tónico debería ser un imprescindible en toda rutina facial: refresca y prepara la piel para recibir los tratamientos posteriores, revitaliza los sentidos y, lo más importante, equilibra el pH de la piel después de haberla sometido a la limpieza.

Agua termal

La llaman «el cosmético para todo» y no es de extrañar. Además de hidratar, mejora el aspecto de quemaduras, cicatrices e incluso picaduras y también ayuda a proteger la piel y fijar el maquillaje.

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